Tras el telón de pino nos cuenta la historia de Jackie, una escritora que a pesar de ser muy joven ya está consagrada en el mundillo y hasta ha conseguido que basen una película en uno de sus libros. Su vida entonces se ve alborotada por un suceso que hace que tenga que volver a su pueblo natal, un lugar que no ha visitado en quince años y que está lleno de recuerdos tanto positivos como negativos para ella.
por su puesto lo más importante de todo (y quizás lo que más aprensión le causa) es volver a encontrarse con Kay su mejor amiga super hetero de juventud y por supuesto su primer amor (no te hagas la despistada que a tí también te sucedió). La historia nos habla de ese reencuentro y de como Jackie lidia con ello y con la familia que perdió al aceptar que era lesbiana.
el libro es bastante ligero, se puede leer de una sentada (yo lo terminé en dos días pero soy un poco tragalibros) y a diferencia de Idilio Sáfico podrás leerlo relajada y sin complicaciones. Eso sí, es muy enganchón, a mí me gustó bastante.
el ritmo puede que a alguna le resulte demasiado pausado, a mí es que me gustan las historias que se cuecen a fuego lento (no por nada soy hiper fan de Otalia) pero el último cuarto de libro es totalmente de infarto. Eso sí, me hubiese gustado que se alargara un poco más, quizá porque fue tanta la espera que me supo a poco.
entre los puntos positivos coloco la ambientación en el profundo sur americano y lo geniales que son los personajes secundarios del libro. Las descripciones y sucesos me hacían poder imaginarme a cada uno de ellos y lo que es más, terminas encariñándote de toda la familia de Kay.
es básicamente una historia de amor, vamos que si fuera película sería algo como Saving Face o I Can´t Think Straight y como esas dos cintas al terminar de leerlo te quedas con esa sonrisilla boba de niña enamorada y una sensación de contento en el cuerpo.
no es un libro que me haya dejado huella, pero sí es de esas historias frescas que te alegran la vida. Seguramente lo leeré un par de veces más, sobre todo en uno de esos días grises en los que necesitas volver a creer en el amor y envolverte en una historia romántica.
(Rogue, Lesbicanarias)
por su puesto lo más importante de todo (y quizás lo que más aprensión le causa) es volver a encontrarse con Kay su mejor amiga super hetero de juventud y por supuesto su primer amor (no te hagas la despistada que a tí también te sucedió). La historia nos habla de ese reencuentro y de como Jackie lidia con ello y con la familia que perdió al aceptar que era lesbiana.
el libro es bastante ligero, se puede leer de una sentada (yo lo terminé en dos días pero soy un poco tragalibros) y a diferencia de Idilio Sáfico podrás leerlo relajada y sin complicaciones. Eso sí, es muy enganchón, a mí me gustó bastante.
el ritmo puede que a alguna le resulte demasiado pausado, a mí es que me gustan las historias que se cuecen a fuego lento (no por nada soy hiper fan de Otalia) pero el último cuarto de libro es totalmente de infarto. Eso sí, me hubiese gustado que se alargara un poco más, quizá porque fue tanta la espera que me supo a poco.
entre los puntos positivos coloco la ambientación en el profundo sur americano y lo geniales que son los personajes secundarios del libro. Las descripciones y sucesos me hacían poder imaginarme a cada uno de ellos y lo que es más, terminas encariñándote de toda la familia de Kay.
es básicamente una historia de amor, vamos que si fuera película sería algo como Saving Face o I Can´t Think Straight y como esas dos cintas al terminar de leerlo te quedas con esa sonrisilla boba de niña enamorada y una sensación de contento en el cuerpo.
no es un libro que me haya dejado huella, pero sí es de esas historias frescas que te alegran la vida. Seguramente lo leeré un par de veces más, sobre todo en uno de esos días grises en los que necesitas volver a creer en el amor y envolverte en una historia romántica.
(Rogue, Lesbicanarias)
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