«J.M. Redmann es una escritora magnífica y Micky Knight es un personaje genial. Una lectura que me ha hecho disfrutar enormemente.»
(Sandra Scoppettone)
«La confluencia entre Ley y Deseo es una obra sorprendente, que combina una trama misteriosa y cargada de tensión, la triste historia de unas vidas truncadas y una humorística y provocadora visión de los ambientes lésbicos.»
(Bay Area Reporter)
«una novela valerosa y estimulante.»
(Rita Mae Brown)
«tercera entrega de las peripecias de Micky Knight, ambientadas en los años 90. En La confluencia entre la Ley y el Deseo nos encontramos con una Micky algo más relajada. La atractiva detective de Nueva Orleans ha cumplido 30 años y parece que empieza a tomarse más en serio su relación con la doctora Cordelia James. Sus nuevas aventuras la llevarán a un bar situado entre las calles Ley y Deseo.. unos nombres que tienen bastante que ver con lo que se encontrará en ese sórdido lugar, un negocio de pornografía infantil que, además, hará que afloren ciertos fantasmas de su pasado. Como suele ocurrirle, acabará implicándose demasiado en el caso.»
(Jaime Díaz, Shanguide)
(Sandra Scoppettone)
«La confluencia entre Ley y Deseo es una obra sorprendente, que combina una trama misteriosa y cargada de tensión, la triste historia de unas vidas truncadas y una humorística y provocadora visión de los ambientes lésbicos.»
(Bay Area Reporter)
«una novela valerosa y estimulante.»
(Rita Mae Brown)
«tercera entrega de las peripecias de Micky Knight, ambientadas en los años 90. En La confluencia entre la Ley y el Deseo nos encontramos con una Micky algo más relajada. La atractiva detective de Nueva Orleans ha cumplido 30 años y parece que empieza a tomarse más en serio su relación con la doctora Cordelia James. Sus nuevas aventuras la llevarán a un bar situado entre las calles Ley y Deseo.. unos nombres que tienen bastante que ver con lo que se encontrará en ese sórdido lugar, un negocio de pornografía infantil que, además, hará que afloren ciertos fantasmas de su pasado. Como suele ocurrirle, acabará implicándose demasiado en el caso.»
(Jaime Díaz, Shanguide)
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