Antonio Amaya fue, sin duda, un cantante único en su género. Con un estilo que sería imitado por otros cantantes de la época y una voz irrepetible, llenó todos los teatros donde se presentó, en un momento en el que copaban la escena nacional artistas como Raquel Meller, Josephine Baker, Bella Dorita, Carmen de Lirio o Antonio el bailarín.
su vida privada fue tan escandalosa como sus éxitos. Contadas por el propio Amaya y con las confidencias de artistas que lo conocieron, este libro explica anécdotas de su vida desconocidas hasta ahora, que sorprenderán por su crudeza y que son, además, el reflejo de una época irrepetible, marcada por el ritmo del cuplé, el amor, el sexo y las drogas.
profusamente ilustrado, estas Memorias del espectáculo, dedicadas a Antonio Amaya, convierten este libro en una parte de nuestra memoria histórica.
«serán muchos los que no acaben de ubicar a Antonio Amaya, un transgresor artista que revolucionó a su manera la canción española con una actitud rompedora. Pierrot inagura la colección 'Memorias del espectáculo' dedicándole un volumen repleto de información, imágenes y anécdotas, tanto del propio Amaya (que vive retirado en Sitges) como de artistas que colaboraron con él. Sacó su primer disco en 1949, protagonizó sonados escándalos en los 70 (por su afición a looks extravagantes, a una cultivada ambigüedad y a desnudarse en público) y se entregó en cuerpo y alma durante toda su carrera a la canción española y a vivir la vida sin importarle nunca el qué dirán. Este volumen sirve de introducción a un personaje que, como Miguel de Molina, supo darle la vuelta a los tópicos en torno a los tonadilleros y dejar bien patente su personalidad en su arte.» (Iván Salcedo, Shanguide, abril/09)
su vida privada fue tan escandalosa como sus éxitos. Contadas por el propio Amaya y con las confidencias de artistas que lo conocieron, este libro explica anécdotas de su vida desconocidas hasta ahora, que sorprenderán por su crudeza y que son, además, el reflejo de una época irrepetible, marcada por el ritmo del cuplé, el amor, el sexo y las drogas.
profusamente ilustrado, estas Memorias del espectáculo, dedicadas a Antonio Amaya, convierten este libro en una parte de nuestra memoria histórica.
«serán muchos los que no acaben de ubicar a Antonio Amaya, un transgresor artista que revolucionó a su manera la canción española con una actitud rompedora. Pierrot inagura la colección 'Memorias del espectáculo' dedicándole un volumen repleto de información, imágenes y anécdotas, tanto del propio Amaya (que vive retirado en Sitges) como de artistas que colaboraron con él. Sacó su primer disco en 1949, protagonizó sonados escándalos en los 70 (por su afición a looks extravagantes, a una cultivada ambigüedad y a desnudarse en público) y se entregó en cuerpo y alma durante toda su carrera a la canción española y a vivir la vida sin importarle nunca el qué dirán. Este volumen sirve de introducción a un personaje que, como Miguel de Molina, supo darle la vuelta a los tópicos en torno a los tonadilleros y dejar bien patente su personalidad en su arte.» (Iván Salcedo, Shanguide, abril/09)
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