jueves, 9 de abril de 2009

Desayuno en la cama

«el pluriescritor neoyorquino Lawrence Schimel publica por primera vez un poemario en castellano (lleva una década instalado en Madrid). Desayuno en la cama es su título, y también el de uno de los poemas que, con epígrafe o sin él, hacen una especie de recorrido por diferentes momentos de una relación, desde la ilusión inicial a la ausencia. Pero no se trata de la historia lineal de una pareja concreta, sino de fragmentos de diversas historias ―reales o no―, momentos de sexo explícito, de esperanza, de ternura, de añoranza, de vacío, e incluso momentos contradictorios (Estás conmigo mientras estoy con este / que me está chupando la polla).»
(Jaime Díaz, Shanguide, marzo/09)

«¿qué puedo decir de nuestro flamante ganador del Premio Desayuno en Urano 2008, en la categoría de poesía? En este su primer poemario escrito directamente en castellano, Schimel recorre con su particular visión una serie de circunstancias cotidianas en las que encuentra poesía: un nuevo ligue en la sauna, el recuerdo del amor antiguo, un beso en la calle al recién conocido, la memoria y los objetos como recuperación de la memoria..»
(elputojacktwist, dos manzanas, feb/2009)

«la primera sorpresa al abrir el libro es el dominio que Lawrence Schimel ha alcanzado no sólo en nuestro idioma, en los años que lleva residiendo en Madrid, sino en la contención expresiva, el sentido del ritmo, los recursos retóricos de la poesía en español. Una poesía que en Schimel, sin embargo, se nutre de patrones y referentes anglosajones y que provoca un libro variado y sorprendente. Un libro en el que se nos narra un paisaje sentimental, emocional y sexual que no elude la provocación abierta, la sinceridad descarnada, el lenguaje desnudo que nos desvelan los poemas que cuentan desde la ironía o la sensualidad las relaciones sexuales entre dos hombres, pero tampoco la cotidianeidad de una relación en la que los objetos pequeños, los pequeños rastros y restos de la historia compartida adquieren un profundo vigor simbólico y se convierten en puertas abiertas a la memoria a dos. Llamativa es también la presencia del pudor, en contraste con la sexualidad abierta que mencionaba, un pudor que define la poética del autor en este libro, y que abiertamente declara su incomodidad al ser leído por extraños pero sobre todo por personajes conocidos, como si escribir fuera una suerte de desnudo público. Una desnudez que a lo largo de 34 poemas relata amores, desamores y sombras, ausencias, evocaciones y reencuentros, sexo y una decidida pasión por la vida y los cuerpos que acerca el espíritu del libro al memorable Pandémica y Celeste de Gil de Biedma.»
(Regino Mateo, eldiariomontanes.es, dic/2008)

» ver cubierta del libro

1 comentarios:

Rukaegos dijo...

Gracias por incluir parte de la reseña que realicé sobre el libro de Lawrence en El Diario Montañés cuando lo presentó en Santander. Un honor tener este espacio en vuestro blog :)
Regino Mateo