martes, 23 de noviembre de 2010

Middlesex

Cal Stephanides decide contar su historia, revelar su secreto. Porque Cal, como Tiresias, ha vivido como mujer y como hombre. Todo comienza en 1922, cuando los abuelos de Cal, que vivían en una pequeña aldea cerca de Esmirna y pertenecían a a la comunidad griega de Turquía, huyen tras la guerra entre estos dos páises. Se instalan en América, en casa de su prima Lina y su marido. Las dos parejas tendrán a sus hijos casi al mismo tiempo, y estos hijos, en un juego de consanguinidades, se casarán y serán los padres de Cal. Que cuando nace es Calliope, y parece destinada a encarnar la leyenda de esas niñas que cuando llegaban a una cierta edad se transformaban en hombres. Y así comienza Middlesex, un caleidoscopio de historias que abarca ocho décadas en la historia de una familia. Es uno de los intentos más ambiciosos y logrados de escribir ese oscuro objeto del deseo literario, la Gran Novela Americana. En esta ocasión, con magníficos ecos homéricos.