entrevista de Ámbito Cultural a Iñaki Echarte Vidarte, autor de Blues y otros cuentos:
ÁMBITO CULTURAL: Este libro es, según sus propias palabras, «fruto de seis rechazos, ocho silencios y una respuesta afirmativa». ¿Cree que en España el camino para los nuevos escritores es más difícil que en otras latitudes? ¿Hasta qué punto aumenta la satisfacción al publicar después de tanto empeño?
IÑAKI ECHARTE VIDARTE: Quizás no es complicado, pero si es cierto que hay que esforzarse mucho. Desde que escribes una primera versión del manuscrito hasta que lo ves en manos de los lectores pasas por fases muy diferentes. Es curioso que algo tan íntimo como escribir se transforme después en una exposición casi continua (presentaciones, entrevistas, lecturas...). A veces siento ganas de comportarme como Salinger y ser el típico escritor gruñón, aunque comprenda que los lectores (yo también soy lector) necesiten poner cara, tocar y escuchar al autor. Y ese contacto es natural y necesario.
En cuanto a los rechazos y a los silencios es la respuesta habitual a la que tiene que enfrentarse un escritor, pero a veces no sientan demasiado bien.
AC: Mantienes una actividad online bastante prolífica, yo diría que incluso frenética. Háblanos un poco de tu revista literaria www.alexlootz.com. ¿Cómo nace el proyecto? ¿Es difícil sobrevivir en un entorno tan disperso como es Internet?
IEV: alex_lootz revista literaria nació de forma casi accidental hace cinco años. Durante este tiempohan colaborado alrededor de 150 personas desde escritores hasta fotógrafos, periodistas, ilustradores, críticos.. Ha sido un proyecto que ha sobrevivido sin financiación, que se ha sostenido con la generosidad de las personas que han querido formar parte de la revista. Antes de fin de año saldrá el penúltimo número y durante el años que viene el número final y definitivo, que espero esté lleno de grandes sorpresas. Creo que hay que dejar paso a otros proyectos. De hecho hay muy buenas revistas que han nacido recientemente. Por mi parte, creo que tengo que dedicarme a otras cosas. He aprendido mucho conalex_lootz y juntos hemos llegado muy lejos, pero creo que ha llegado el momento de trasladar mi actividad frenética a otros campos.
AC: El proyecto es también un homenaje a un escritor inédito ya fallecido. ¿Quién era Alex Lootz?
IEV: Alex Lootz ha sido una parte importante de mi vida, casi tanto como alex_lootz, Ambos se cruzaron en mi camino literario de una manera accidental y poética. Alex Lootz con su brazo apoyado en mi hombro. alex_lootz, con un pie en mi interior, con otro pie en el de los creadores que prestaron desinteresadamente sus trazos.
AC: Blues y otros cuentos no es, precisamente, un libro alegre. Hay una cierta desesperanza que se filtra a lo largo de los relatos, como si, después de todo, solo merezca la pena narrar aquello que nos hace sufrir de algún modo, quizás porque nos permite aprender...
IEV: Lo cierto es que nunca se me ha ocurrido escribir algo alegre. Es un reto pendiente. Prometo intentarlo, pero no prometo conseguirlo.
AC: En el libro hay, además, un claro enfoque homosexual, o al menos predominante. La plasmación de las nuevas sensibilidades es todavía una asignatura pendiente en nuestra literatura. Quizá no hayamos tenido aún un Harold Brodkey o un Jean Genet. ¿Crees que es así? ¿Hasta que punto influye tu sexualidad en lo que escribes?
IEV: Habría que diferenciar entre aquellos cuentos que son ficción y aquellos que son no-ficción. Me estaría traicionando si en mis cuentos de no-ficción usara un punto de vista que no es el mío.
Quizás no haya, ahora mismo, un escritor español contemporáneo comparable a Genet o Brodkey. Si que hay algunos que se asoman por ahí y prometen mucho. Se me ocurre Raúl Portero, un novelista catalán que, como mínimo, maneja un punto de vista diferente en la narrativa española actual. O en el terreno hispano, el mexicano Tryno Maldonado. Creo que son dos de los autores a los que hay que prestar atención.
AC: En Blues y otros cuentos lo cotidiano, lo aparentemente pequeño, tiene una importancia capital. Tus ficciones recuerda al mejor Carver, como si, a través de tu escritura, defendieses la complejidad de lo simple, la carga de profundidad que hay siempre en un gesto o en un silencio, la extensión metafórica del minimalismo...
IEV: Carver y Cheever, junto a los catalanes Quin Monzó y Sergi Pámies son los cuentistas que más me gustan. Algo me ha debido influir su lectura. En cuanto al estilo, intento usar el menor número de palabras para contar mis historias. Además, lo más importante suele estar en los pequeños gestos, a veces en la ausencia de estos. Por eso me gustan los microrelatos. Hay varios en Blues y otros cuentos, en los que me he obligado a reducir al extremo los recursos lingüísticos para contar una historia. Cuando escribo me gustan los retos y los juegos.
AC: La soledad es otro de los temas capitales del libro, algo que se refleja también en el estilo de la mayoría de tus cuentos, en esa fragmentación de la vida en la ciudad que trasladas a los relatos, a las historias de Chueca, La Latina o Lavapies.
IEV: Tengo la sensación de que estamos solos aunque estemos acompañados y así lo reflejo en mis cuentos. Nos conocemos, nos cruzamos, estamos juntos un tiempo, pero tarde o temprano nos encontramos solos de nuevo. Por eso hay que aprovechar cuando estás con alguien. Y Madrid es una ciudad que tiende a la soledad.
AC: También está presente la experimentación (Pienso en Jonay o Bailaré Siempre), aunque parece que has huido conscientemente de la idea de unidad. La fragmentación de la que hablábamos se traslada también a la estructura del libro, integrándose fondo y forma al objetivo de una narración inconclusa en la que el lector tiene la última palabra.
IEV: Como ya te he dicho me gusta jugar y proponerme nuevos retos. En algunos de los cuentos de Blues juego mucho con la técnica y con lo no dicho. Sobre eso versan algunas de las críticas negativas del libro. Hay gente que considera que debería cerrar más los cuentos, contar más. Pero yo creo que me gusta escribir los cuentos con los lectores y que es interesante comprobar cómo, en vez de un cuento único, existen varias versiones de un mismo cuento. Es lo más cerca que podemos estar de la literatura interactiva.
AC: Háblanos de Huérfanos de Cernuda, tu próximo proyecto.
IEV: Huérfanos de Cernuda desestructuración cuerética es un proyecto que aparecerá a mediados de diciembre. Estará editada por O grelo ediciones, una editorial gallega, y está escrito junto con el escritor gallego Francisco Brives. Hemos intentado hablar de Madrid, de la orfandad, del cuerpo, de la soledad, de Cernuda. Es una mezcla de poesía, ensayo y narrativa. Un experimento que tiene el honor de ser prologado por Luis Antonio de Villena.
ÁMBITO CULTURAL: Este libro es, según sus propias palabras, «fruto de seis rechazos, ocho silencios y una respuesta afirmativa». ¿Cree que en España el camino para los nuevos escritores es más difícil que en otras latitudes? ¿Hasta qué punto aumenta la satisfacción al publicar después de tanto empeño?
IÑAKI ECHARTE VIDARTE: Quizás no es complicado, pero si es cierto que hay que esforzarse mucho. Desde que escribes una primera versión del manuscrito hasta que lo ves en manos de los lectores pasas por fases muy diferentes. Es curioso que algo tan íntimo como escribir se transforme después en una exposición casi continua (presentaciones, entrevistas, lecturas...). A veces siento ganas de comportarme como Salinger y ser el típico escritor gruñón, aunque comprenda que los lectores (yo también soy lector) necesiten poner cara, tocar y escuchar al autor. Y ese contacto es natural y necesario.
En cuanto a los rechazos y a los silencios es la respuesta habitual a la que tiene que enfrentarse un escritor, pero a veces no sientan demasiado bien.
AC: Mantienes una actividad online bastante prolífica, yo diría que incluso frenética. Háblanos un poco de tu revista literaria www.alexlootz.com. ¿Cómo nace el proyecto? ¿Es difícil sobrevivir en un entorno tan disperso como es Internet?
IEV: alex_lootz revista literaria nació de forma casi accidental hace cinco años. Durante este tiempohan colaborado alrededor de 150 personas desde escritores hasta fotógrafos, periodistas, ilustradores, críticos.. Ha sido un proyecto que ha sobrevivido sin financiación, que se ha sostenido con la generosidad de las personas que han querido formar parte de la revista. Antes de fin de año saldrá el penúltimo número y durante el años que viene el número final y definitivo, que espero esté lleno de grandes sorpresas. Creo que hay que dejar paso a otros proyectos. De hecho hay muy buenas revistas que han nacido recientemente. Por mi parte, creo que tengo que dedicarme a otras cosas. He aprendido mucho conalex_lootz y juntos hemos llegado muy lejos, pero creo que ha llegado el momento de trasladar mi actividad frenética a otros campos.
AC: El proyecto es también un homenaje a un escritor inédito ya fallecido. ¿Quién era Alex Lootz?
IEV: Alex Lootz ha sido una parte importante de mi vida, casi tanto como alex_lootz, Ambos se cruzaron en mi camino literario de una manera accidental y poética. Alex Lootz con su brazo apoyado en mi hombro. alex_lootz, con un pie en mi interior, con otro pie en el de los creadores que prestaron desinteresadamente sus trazos.
AC: Blues y otros cuentos no es, precisamente, un libro alegre. Hay una cierta desesperanza que se filtra a lo largo de los relatos, como si, después de todo, solo merezca la pena narrar aquello que nos hace sufrir de algún modo, quizás porque nos permite aprender...
IEV: Lo cierto es que nunca se me ha ocurrido escribir algo alegre. Es un reto pendiente. Prometo intentarlo, pero no prometo conseguirlo.
AC: En el libro hay, además, un claro enfoque homosexual, o al menos predominante. La plasmación de las nuevas sensibilidades es todavía una asignatura pendiente en nuestra literatura. Quizá no hayamos tenido aún un Harold Brodkey o un Jean Genet. ¿Crees que es así? ¿Hasta que punto influye tu sexualidad en lo que escribes?
IEV: Habría que diferenciar entre aquellos cuentos que son ficción y aquellos que son no-ficción. Me estaría traicionando si en mis cuentos de no-ficción usara un punto de vista que no es el mío.
Quizás no haya, ahora mismo, un escritor español contemporáneo comparable a Genet o Brodkey. Si que hay algunos que se asoman por ahí y prometen mucho. Se me ocurre Raúl Portero, un novelista catalán que, como mínimo, maneja un punto de vista diferente en la narrativa española actual. O en el terreno hispano, el mexicano Tryno Maldonado. Creo que son dos de los autores a los que hay que prestar atención.
AC: En Blues y otros cuentos lo cotidiano, lo aparentemente pequeño, tiene una importancia capital. Tus ficciones recuerda al mejor Carver, como si, a través de tu escritura, defendieses la complejidad de lo simple, la carga de profundidad que hay siempre en un gesto o en un silencio, la extensión metafórica del minimalismo...
IEV: Carver y Cheever, junto a los catalanes Quin Monzó y Sergi Pámies son los cuentistas que más me gustan. Algo me ha debido influir su lectura. En cuanto al estilo, intento usar el menor número de palabras para contar mis historias. Además, lo más importante suele estar en los pequeños gestos, a veces en la ausencia de estos. Por eso me gustan los microrelatos. Hay varios en Blues y otros cuentos, en los que me he obligado a reducir al extremo los recursos lingüísticos para contar una historia. Cuando escribo me gustan los retos y los juegos.
AC: La soledad es otro de los temas capitales del libro, algo que se refleja también en el estilo de la mayoría de tus cuentos, en esa fragmentación de la vida en la ciudad que trasladas a los relatos, a las historias de Chueca, La Latina o Lavapies.
IEV: Tengo la sensación de que estamos solos aunque estemos acompañados y así lo reflejo en mis cuentos. Nos conocemos, nos cruzamos, estamos juntos un tiempo, pero tarde o temprano nos encontramos solos de nuevo. Por eso hay que aprovechar cuando estás con alguien. Y Madrid es una ciudad que tiende a la soledad.
AC: También está presente la experimentación (Pienso en Jonay o Bailaré Siempre), aunque parece que has huido conscientemente de la idea de unidad. La fragmentación de la que hablábamos se traslada también a la estructura del libro, integrándose fondo y forma al objetivo de una narración inconclusa en la que el lector tiene la última palabra.
IEV: Como ya te he dicho me gusta jugar y proponerme nuevos retos. En algunos de los cuentos de Blues juego mucho con la técnica y con lo no dicho. Sobre eso versan algunas de las críticas negativas del libro. Hay gente que considera que debería cerrar más los cuentos, contar más. Pero yo creo que me gusta escribir los cuentos con los lectores y que es interesante comprobar cómo, en vez de un cuento único, existen varias versiones de un mismo cuento. Es lo más cerca que podemos estar de la literatura interactiva.
AC: Háblanos de Huérfanos de Cernuda, tu próximo proyecto.
IEV: Huérfanos de Cernuda desestructuración cuer
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