en 1919 una joven norteamericana llamada Sylvia Beach abrió una librería inglesa en la pequeña calle Dupuytren de París, que pronto se trsladaría a la dirección que se convertiría en mítica: el número 12 de la calle de l'Odéon.
la librería a la que bautizó con el nombre de Shakespeare & Company, fue, entre otras muchas cosas, el punto de encuentro de los más grandes escritores y artistas de la época. Por aquel espacio mágico de intercambio cultural pasaron escritores franceses como Paul Valéry, André Gide, Valéry Larbaud o León-Paul Fargue, y anglosajones como Ernest Hemingway, Francis Scott Fitzgerald, Gertrude Stein, Sherwood Anderson, Ezra Pound, Djuna Barnes, Ford Madox Ford, T.S.Eliot, Thornton Wilder, D.H.Lawrence y el gran James Joyce. Fue Sylvia Beach, desdoblada en editora, quien con coraje y osadía, cuando ningún editor se atrevía a asumir el reto, publicó su Ulises.
estas memorias de una irrepetible librera y editora son la crónica de un período igualmente irrepetible, definido por una inusual concentración de genios literarios, a los cuales aglutinó Sylvia Beach en su maravillosa librería parisina.
«un libro íntimo, no académico, rebosante de información interesante. Sus memorias son literalmente un índice de todo el mundo que era alguien en los años veinte, ya que ella los conocía a todos», Jannet Flanner, The New Yorker.
la librería a la que bautizó con el nombre de Shakespeare & Company, fue, entre otras muchas cosas, el punto de encuentro de los más grandes escritores y artistas de la época. Por aquel espacio mágico de intercambio cultural pasaron escritores franceses como Paul Valéry, André Gide, Valéry Larbaud o León-Paul Fargue, y anglosajones como Ernest Hemingway, Francis Scott Fitzgerald, Gertrude Stein, Sherwood Anderson, Ezra Pound, Djuna Barnes, Ford Madox Ford, T.S.Eliot, Thornton Wilder, D.H.Lawrence y el gran James Joyce. Fue Sylvia Beach, desdoblada en editora, quien con coraje y osadía, cuando ningún editor se atrevía a asumir el reto, publicó su Ulises.
estas memorias de una irrepetible librera y editora son la crónica de un período igualmente irrepetible, definido por una inusual concentración de genios literarios, a los cuales aglutinó Sylvia Beach en su maravillosa librería parisina.
«un libro íntimo, no académico, rebosante de información interesante. Sus memorias son literalmente un índice de todo el mundo que era alguien en los años veinte, ya que ella los conocía a todos», Jannet Flanner, The New Yorker.
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