“A veces me dan ganas de llorar. Como si… como si la pena se debilitase, se extinguiese, solo para herirme de nuevo, con más crueldad. Como algo vivo. Y nunca estoy preparada. La pena se apodera totalmente de mí y es tan demoledora como cuando ocurrió todo.”
“-¿Daniel siempre tendió al desánimo. Es su carácter, supongo. Pero lo quiero mucho.
-¿Por qué está triste?
Mi madre cabeceó.
-Jonas, esto tendrás que preguntárselo a Daniel si deseas saberlo. No quiero hablar de sus sentimientos. Sería como cotillear, ¿no te parece?”
Ver toda la reseña publicada por Guillermo Arróniz López el 5 Octubre 2012, en la sección Cultura de El Librepensador
http://www.ellibrepensador.com/2012/10/05/mi-hermano-y-su-hermano-hakan-lindquist/
viernes, 19 de octubre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario