Mi Idaho privado

¿qué motivo podría haber para, después de casi veinte años, reeditar ahora Mi Idaho privado más allá de los intereses mercantiles? Pues para los fans de Gus Van Sant, redescubrir con sobrado material extra la película que le ensalzó en los años noventa y que fijó los preceptos de su lenguaje cinematográfico; y para lo que aún no la hayan visto, acercarse por primera vez a esta personalísima historia queer protagonizada por dos chaperos que, a pesar de su marcado carácter noventero y los accesos de grandeza de su director, ha envejecido muy bien.

dos promesas del cine de los noventa, Keanu Reeves y River Phoenix, protagonizaban esta salvaje road movie de chaperos que descubrían la amistad y la aventura en un viaje en busca de sus familiares y del sentido de su vida. Phoenix interpreta a Mike, un narcoléptico buscavidas angustiado por recuerdos de su infancia y que vive obsesionado con encontrar a su madre. Reeves es Scout, un niño rico que ha escapado del ambiente opresor de su familia mientras espera la muerte de su progenitor para heredar sus propiedades. Sobreviviendo a su propia odisea, los dos se embarcan en un extraño mundo de experiencias poco convencionales que les ayudarán a encontrar su sitio y a aprender las lecciones de la vida.

con destacados contenidos extras de obligatorio visionado para los fans de River Phoenix —las conversaciones con Laurie Parker y Rain Phoenix hacen las veces de panegírico del desaparecido actor—, la edición coleccionista de dos discos de Mi Idaho privado incluye además entrevista con su director Gus Van Sant, Todd Haynes
—director de Lejos del cielo—, el cómo se hizo, escenas eliminadas y una serie de afiches con imágenes de la película que harán las delicias de los coleccionistas.

(Pablo Giraldo)